15 de febrero de 2011

Batalla entre miserables


Las luchas más encarnizadas hoy en día son entre pobres y desheredados.

ESPECULACIÓN.-

En los últimos años un nuevo mercado especulativo ha aflorado: “el mercado de créditos de dióxido de carbono”, los especuladores e inversores-piraña no se dedican solo a las inversiones inmobiliarias o el mercado de futuros o a cualquier otra ingeniería financiera –al estilo clásico de Georges Soros--, ni siquiera como antaño explotar esos pozos de riqueza que son el mercado de armas (industria de armamentos por un lado y tráfico ilegal por otro), ni siquiera todo el lodazal que orbita alrededor de las drogas (legales o ilegales) que representa sumas astronómicas.

Ahora lo que se lleva, lo más ad-hoc es comprar cuotas de emisiones de dióxido de carbono (vamos de contaminación por hidrocarburos) a los países industriales. Estos las llamadas locomotoras económicas no pueden dejar de contaminar para así mantener su ritmo de producción industrial (los países occidentales y los emergentes venden a los pobres su cuota de emisiones a cambio de que ellos no rebasen la que tienen asignada), a bote pronto parecen nimiedades, retales, pero sabemos que en estos ‘mercados’ se mueven hasta ciento cincuenta mil millones de dólares (la mitad del negocio de las armas). En resumen: hecho el cupo hecha la trampa, otra rastrera y montaraz practica habitual de la especie humana.

FUTURO.-

Nos hemos quedado sin un modelo de futuro deseable, al parecer no podemos crecer sin situarnos al borde de la tragedia…..(más desigualdades, más cambio climático, más superpoblación y consumo innecesario etc.)

Y nos encontramos con unos grupos conservacionistas melancólicos, como si valiera la pena lo que tenemos que conservar, realmente excepto la naturaleza salvaje poco queda con un valor real digno de conservar, además la vida paupérrima que tienen la mayoría de poblaciones pintorescas y tradicionales es lamentable, se ha perdido casi toda la esencia y solo quedan recuerdos y vestigios.

Tiene poca gracia decirle a los que se mueren de hambre en el Sahel o en Haiti que deben de conservar su estilo de vida, sería el tipo de discurso efectuado por necíos o peor aun por cínicos, o sea por la superior civilización occidental.

Félix Menkar

4 enero 2011

1 comentario:

Enrique dijo...

Estimado Félix, tienes toda la razón, nos hemos convertido en unos depredadores letales para nuestro planeta, la codicia nos hace tremendamente estúpidos.
Te felicito por tus poemas y tu página.
Que pases un buen fin de semana y seas FELIZ
Enrique

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